El Ayuntamiento que encabeza Yolanda Osuna se ha caracterizado por la arrogancia y prepotencia de sus funcionarios. Este gobierno que enarbola la bandera de la 4T, en lugar de defender a los pobres, los perjudica. Y para muestra un botón: El coordinador de Fiscalización Carlos Pérez, flamante responsable de Reglamento Municipal, lleva todo lo que va de su gestión hostigando a los vendedores que llevan años ejerciendo su trabajo en las calles de Villahermosa, que no tienen para pagar las altas cuotas que éste les impone.
Y es que ni la crisis, ni la inflación, ablandan el corazón de este mal servidor que ordena retirar con lujo de violencia a quienes no alcanzan a cubrir su cuota, misma por la que no se extiende comprobante de pago alguno, por lo que ni duda nos cabe que esos recursos van a parar a los bolsillos de algún funcionario corrupto, porque Carlos Pérez no se manda solo, y ahora que se acercan las campañas, más necesitados andan de dinero.
Aunque, en estos últimos días, Carlos Pérez, por no seguirse exponiendo a la opinión pública, ha recurrido a sus secuaces para seguir extorsionando. Uno de ellos, es de hecho un personaje bien visto y respetado por la sociedad villahermosina. Nos referimos a José Manuel Vázquez alias “El Cuchillo”, quien alcanzara notoriedad en los medios durante la pandemia por regalar comida a la gente necesitada, y que utilizó ese prestigio para hacerse de la dirigencia de la Unión de Vendedores.
Y desde ese puesto, se ha aliado con Carlos Pérez, a quien le hace el trabajo sucio, “reubicancando” a los vendedores que no tienen para pagar las cuotas, es decir, corriéndolos de sus sitios, negándoles así la oportunidad de trabajar. Al igual que Fernando Buchon , conocido cómo el de “los sobres amarillos” por recibir sobornos y amenazar a los vendedores con el cobro de piso a los vendedores o recogerles la poca mercancía con la que cuentan dicho servidor habían suspendido temporalmente por ser exhibido recibiendo dinero de vendedores el cuál al parecer trajeron de regreso ya que el sabe la rutina de cobro de piso.
Y en cambio, a los amañados líderes les ceden los mejores lugares a cambio de esas ilegales cuotas.
Esta situación generalizada ha causado malestar y descontento en los desesperados vendedores que ya no pueden dar el sustento a sus familias. Por eso piden la intervención de la alcaldesa para quitar del puesto a este sinvergüenza llamado Carlos Pérez. Pues, si quieren seguir contando con el voto del “pueblo bueno”, tendrán que dejar de abusar de él.
Ojalá que este grito de auxilio sea tomado en cuenta por las autoridades, porque de no ser así, corren el riesgo de que un día los vendedores respondan a las agresiones de forma violenta. Esperemos que no sea así.
